martes, 17 de abril de 2007

Vivir es vivir

Sucede poquísimas veces a mi alrededor. Mientras estoy tomándome este café, junto a una rebanada de tortilla con mermelada, ya alguien se dispone a salir a la calle, a tomar aire por unas horas, sin desesperarse por pensar, analizando cosas simples e inútiles, o quizá no tanto. Se dirige a cualquier parte, y si se encuentra con otras personas, tomará la decisión del saludo o de mirar a otro lado, sea el afecto que le tenga. Yo lo hago a veces. /// Pasa que he estado conociéndote desde hace unos meses, y tú a mí, también. Nos conocemos del otro modo, de ese que pocos entienden y que buscan burlar con la risa maligna de la decadencia y la intolerancia. Del otro modo nos queremos y ahogamos ansias de velador, con sólo palabras ante el resto, y de vez en cuando una mano bajo la mesa... yo sé que obligadamente hemos creado un mundo paralelo al amor de mitos y leyendas, paredes que no se alzan con honores, sino que son la rencilla de una sociedad en la cual no se sabe qué es la parte maligna de la pelea. Pero no me interesa lidiar con otros ojos de amar, que amar es uno solo y no queda otra que aceptarlo. /// Ocurre que tengo historias anteriores de amores comunes, y corrientes, y pasados (al fin), y no comparo nuestros labios juntos, sino el sabor distinto de los elementos en bocas de otras galaxias, como universos paralelos en esto del querer. Universos que se trasponen, resultando que mirarte como miro a una mujer, y siendo hombre tú también, me choca, lo padezco; me sorprende tu piel, semejante a la mía, y que no me dé las ansias de suavidad y baja turgencia, ni los sonidos agudos de un mundo más diminuto que el mío, un mundo corporal, de hecho. ///Acontece en un lugar, en otro, en distintas zonas de la tierra, o quizá hay otros mundos donde la exclusión es lo mismo y se baila igual el tango y el bolero se canta idéntico... hacerlo es hacer invención, otras metas, imposible llegar al mismo resultado, un descuido con menos dolor, pero una pena de no trascender en mi espacio- tu espacio temporal... hacerlo es juntar almas, más allá de la distancia mínima de un -palabra-deseo-mirada- regalo... hacerlo desesperadamente, totalmente a oscuras, o un amor casto con ataduras superiores. /// Tal vez un cambio en mi ser más pequeño, germinativo; quizá una sustancia dentro de nosotros que ejerce influencias diferentes; puede ser que un trauma haya cortado la línea entre la razón y el corazón, dejando huellas que van creciendo con nosotros, y que no nos dejan ver sus rostros hasta que sabemos (no sé si lamentable o afortunadamente) qué significan las grietas de nuestras primeras paredes; es posible que no exista explicación, y el mundo se nos haya hecho un túnel de encuentro, y no hay más salida que seguir caminando, al otro extremo, reorganizando los pies para el nuevo camino, paralelo al del resto de nuestros amigos, mientras yo me como una rebanada con mermelada muy dulce, amagando el mal sabor de otros rostros tristes, y tú pasees mientras cabilas en ese "sí" que nos dimos como valiente (y desesperada, para otros) respuesta a una inquietud más vieja que el saber quiénes somos, de dónde somos, y a dónde vamos. Porque inevitablemente y para siempre: Te amo.
  • Viena, Austria, 1743