Vi, hace poco, la película considerada un hito en el cine hablado. Filmada en 1941, sucita confrontaciones magníficas hasta el día de hoy... Ciudadano Kane es el tema de hoy. El carecer de carestía, tras la separación del hombre de sentir amor hacia otros hombres (mujeres y niños)... Te amas tanto, que quieres que la gente sienta que debe amarte así, hacerle creer que eres importante, aún si no hay nada a cambio... "Rosebud"...
Tienen que verla. sencillamente, porque esa fue mi impresión de lo que ví. A otros le interesó que la prensa se dedicara a representar los intereses de sus dueños (véalo usted en El Mercurio), en vez de la del pueblo que lee, los ciudadanos que miran sobre sus cabezas el inicio del fin. Siempre una opinión se me es incompleta. A otros, esa tenaz incompetencia para realmente obtener lo que quería, algo como la falta de lazos a la tierra bajo el cemento, porque fue criado por un banquero y desarraigado de su madre... una voz agónica que declama "Rosebud", capricho infantil de volver a tener seguridad...
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Vacaciones. Me fascina estar en vacaciones.
He salido en un mes que históricamente suelo emplear en extrañar febrero. Suena ridículo, bastante, a decir verdad, pero es cierto... siempre he dependido de mi papá y de mi mamá para salir, porque nunca me he valido realmente sola (dinero). Sólo que ahora ahorré una poca plata, y me he mandado a cambiar varias veces, con hermana incluida. Y he notado cierto cambio en mi interior. No estoy curada de nada. Por fin siento los trozos de mi vida, esparcidos y dolientes, y si estoy hecha pedazos, ni hablar de entregar ALGO de uno de esos restos. Siento, de verdad, que no he sentido amor por nadie, ni por familia, ni por amigos, ni por un hombre, centro de mi existencia. Creo que si digo centro de mi existencia, es un asunto efímero, del momento, cuando no tienes algo que anhelas lo haces centro de tu vida... No siento afecto, ni ganas de saber cómo estas, qué tal te va, cómo fueron tus resultados, dónde quedaste; no me atrevo siquiera a tomar una ostia y recibir el cuerpo de Cristo, que, recordemos, fue a nosotros su sacrificio... no me he confesado hace un mes y tanto. Me da terror perder otra vez el interés que le tenía, en Dios. A mi sí me importa. O por lo menos, sé que me asusta... ¿Qué fue de la niña que deseaba dar amor a todos y que lo lograba dar?¿Qué se hizo la niña que hacia de todas las cosas su buen tanto, y podía decirse que tenia ilusiones de salir del cascarón?¿Por qué cambiér tanto, y la sensibilidad no la tengo ni en mis ojos?¿Por qué no tengo el valor de hallar cariño dentro de mí ante quienes tengo más cerca?
No puedo creerlo. No deseo para nada esperar a vieja para decir "te amo/quiero/deseo/necesito/ayudo" a otros.....
Que no me dé esa catarsis de antes de volver de vacaciones. Como todo el tiempo...
ALGUIEN QUE ME DIGA QUE ME PASA!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Linares, cualquier hora, madrugando.
